16 abr 2008

cuento malo

pasiblemene
ese soñador gastado y roto
alimenta los flecos
de su ignorancia
acomoda sus lugares comunes
su cursilería dulzona

es la única salida, dice

y duerme feliz
en una constelación de ideas amarillas
de arrebatos lactomatinales
de brillos enanos
como fosforitos

es la única manera, juega

y alza su pensión
de estrellas innegociables
con los paraísos imposibles
de
todos los sabios.

2 comentarios:

Inspeculum dijo...

Ahá.

rocío dijo...

ja
claro
son resabios tallerísticos!
nada grave
hay que hacer que la máquina funcione.