La gloriosa pileta del Club Social

Las visitas

todos los veranos venían a la pileta del Club:
5 primos
5 varoncitos hermosos
5 candidatos a la baba

eran
5 chicos todosrubios
5 galanes todosbronceados

pasaban la puerta grande con
las toallas al hombro y
con sus tonadas

pasaban el portón rojo sabiendo
que múltiples ojos
múltiples ganas
múltiples ansiedades
serían depositadas en ellos
-indefectiblemente-

Ellos
5 hijos de una misma casta
5 nietos para celebrar la navidad
2 cordobeses y
3 neuquinos
eran
bastante agrandados

5 citas
que nunca
tendríamos



Las salutaciones

En casa
todas las tarjetas de navidad
tienen las caras de Eva y de Perón

algunas
vienen con fotos
otras
con ilustraciones
otras
con íconos
(como para darle más fuerza a eso de lo simbólico,
pienso)

hay una que
al abrirla
canta la marcha

lleva un dispositivo escondido en
el papel con
una pila diminuta

la canción midi se acciona al abrir la tarjeta azul y blanca

nunca entendí bien su mecanismo y
presiento
es un misterio que jamás revelaré



Las anfitrionas

nosotras solíamos jugar con ellos:
murallero
mancha
truco
chancho

así pasábamos las tardes
juntos

curiosamente

nunca quisieron tomarse un mate
convidarnos helado o
comernos la boca




Lo hondo

cuando estoy en la pileta
toda yo somos el agua y
hago de cuenta que no importa
si me rozás
-a penas-
con una brazada al estilo croll o
me das un golpe
-¿sin querer?-
al estilo mariposa o
no me querés ni tocar en
plena expresión de la mancha

cuando estoy en la pileta
puedo ver mejor lo que pasa
abajo
del
agua

y vos creés que
mis ojos están enrojecidos por el cloro

y yo sé que
rojo es lo que veo de vos en
lo hondo del
agua